Por estos días calurosos es común refrescarse bajo la verde sombra, pero hay un tipo de árbol cuya floración color amarillo-dorado nos envuelve como un sol brillante.
El Ibirá Pitá es un árbol nativo, (su nombre es guaraní: byrá es ‘árbol’ o ‘madera’, pytâ es ‘roja’, y guasu es ‘grande’; en conjunto sería: ‘gran árbol de madera rojiza’), de follaje caedizo, fuste más o menos recto. Alcanza un altura de 20 a 40 metros y se encuentra en selvas tropicales y subtropicales de Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay donde se lo denomina, “árbol de Artigas” en relación al prócer oriental José Gervasio Artigas, quien se exilió en Paraguay hasta su muerte. En su casa en ese país, se lo recuerda tomando mate bajo un frondoso ejemplar de esta especie.
Es de follaje semipersistente. Sus hojas son compuestas, bipinnadas, de color verde oscuro, brillantes, con pelos y discoloras.
Sus frutos son legumbres samaroides planas con forma de huso. Requiere suelos húmedos y drenados, resiste el pleno sol y altas temperaturas. En su lugar de origen es de crecimiento rápido. Sus flores se usan para teñido de textiles y además de poblar plazas y jardines, es un árbol de gran valor forestal por su madera semidura.
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